

Drenaje Linfático
Tu aliado natural contra la retención de líquidos.
¿Qué es el Drenaje linfático?
Es una técnica manual muy suave y rítmica que estimula el sistema linfático, guiando el líquido hacia los ganglios para facilitar su evacuación. No duele, no marca y no utiliza presiones profundas.
¿Para qué va bien el drenaje linfático?
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Retención de líquidos y piernas cansadas: ayuda a reducir hinchazón, pesadez y tobillos inflamados.
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Edemas y linfedemas leves: favorece el retorno linfático y el vaciado de líquidos.
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Lipedema: alivia sensación de presión, dolor y congestión, mejorando el confort diario.
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Postoperatorios (cuando lo indique tu médico): contribuye a disminuir la inflamación y a suavizar fibrosis.
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Ciclos hormonales (síndrome premenstrual, perimenopausia y menopausia): ayuda a reducir la retención de líquidos, la pesadez en piernas y la hinchazón abdominal provocada por los cambios hormonales, aportando ligereza y calma.
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Calor y viajes largos: favorece el retorno linfático cuando aparecen tobillos hinchados y piernas pesadas por altas temperaturas o inmovilidad prolongada, devolviendo ligereza y confort.
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Piel apagada o congestionada: mejora el intercambio de nutrientes, dando aspecto más uniforme.
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Estrés y descanso: su ritmo lento induce calma, favorece el sueño y el bienestar general.
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Recuperación suave tras esfuerzo: ayuda a eliminar desechos metabólicos y a acelerar la sensación de “piernas ligeras”.
Resultados que puedes notar
Desde la primera sesión (0–48 h)
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Sensación de ligereza en piernas y cuerpo, menos “presión” interna.
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Hinchazón más contenida: marcas de calcetines menos visibles, tobillos algo menos voluminosos.
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Micción algo más frecuente (señal de que el sistema drena).
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Descanso y calma: efecto relajante por el ritmo suave del drenaje.
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Tejidos más blandos y cómodos al tacto, con menos sensibilidad a la presión en zonas cargadas.
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Piel más uniforme y menos aspecto “congestionado”.
Con más sesiones (plan de 3–6 semanas)
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Reducción mantenida de la retención de líquidos y de la pesadez diaria.
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Menos episodios de hinchazón (cambios hormonales, calor, viajes).
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En lipedema: menor dolor a la presión, menos tirantez y mayor confort con la ropa.
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Tejido más flexible y mejor sensación de movilidad en piernas y tobillos.
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Mejoras en la calidad del descanso y sensación general de bienestar.
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Postoperatorio (siempre con indicación médica): ayuda a bajar la inflamación y a suavizar fibrosis.
Preguntas frecuentes
¿Duele?
No. Es una técnica suave y placentera.
¿Qué puedo notar después de una sesión?
Reacciones normales: más sed, ganas de orinar, leve cansancio o mucha relajación. Hidratarse ayuda.
¿Cuándo noto resultados?
Desde la primera sesión se notan resultados; los cambios de volumen requieren constancia. Plan orientativo para retención de líquidos: 1–2 sesiones/semana durante 3–4 semanas, y luego mantenimiento según evolución.
¿Sirve para adelgazar?
No es un tratamiento de pérdida de peso, pero ayuda a mejorar la silueta al reducir líquidos y a sentir el cuerpo más ligero.
¿Puedo hacerme drenaje linfático si tengo varices?
Sí, en la mayoría de casos es recomendable, pero conviene valorar la situación concreta.
¿Necesito traer algún informe médico?
Solo en caso de estar en tratamiento por patologías importantes, postoperatorios o embarazo.
