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Los 7 Chakras de Centros de Energía


Todo el texto de esta entrada de blog está extraído íntegramente de la página original(ya no disponible) del que fuera mi gran maestro e instructor de centros de energía Alberto Fitzpatrick. Te envío un abrazo muy fuerte.

 

CENTRO BAJO (MULADHARA)

Generador de Energía.



Se visualiza al Centro Bajo como una flor de cuatro pétalos abierta hacia abajo en la región del periné. Su tallo viene de arriba, desde el sacro-coxis

En Centros de Energía, consideramos que este centro abarca toda la parte posterior de los miembros inferiores: glúteos, muslos (con los isquiotibiales), piernas (con los músculos gemelos) y la planta del pie que es una zona energéticamente muy importante porque allí llegan las líneas de energía que recorren el cuerpo y que están en relación con todos los órganos. Estas líneas terminan en los dedos de los pies, de allí la importancia de los masajes en la planta de los pies y en los dedos.


El Yoga enseña que en el Centro Bajo está acumulada una gran fuerza llamada Kundalini, representada por una serpiente dormida y enroscada, con la cabeza en el agujero que hay entre el sacro y el coxis, en la parte más baja de la columna. Esta energía la hemos recibido de la Tierra y proviene de la fuerza ígnea del centro del planeta. Por los pies y las piernas recibimos la energía de la Tierra y la acumulamos en el Centro Bajo. Las técnicas yoguis enseñan a despertar a Kundalini y permitirle que ascienda a través de todos los centros hasta llegar al Coronario, que mira hacia arriba y nos comunica con el Cielo. La energía de la Tierra se pondrá en contacto con las energías provenientes del cosmos.


El Centro Bajo nos comunica con la Tierra y por los pies entra la energía de ella. Identificamos esta zona del cuerpo con la fuerza y con nuestra independencia en el mundo: con las piernas nos podemos trasladar con libertad sobre la Tierra; con los pies nos afirmamos sobre el suelo y de acuerdo a cómo nos paremos, estaremos en el mundo. Los aspectos superiores y sublimes del hombre podrán manifestarse, usando la energía que capturamos por el Centro Bajo.


El ser humano, como todo ser vivo, recibe el sustento de la tierra: todos los alimentos provienen de ella, fecundados por el Sol, y transformados o no, nos dan lo necesario para desenvolvernos hasta las más elevadas y sublimes creaciones del espíritu. El conjunto de energía de que disponemos es elaborada por el Organismo y distribuida por la sangre. El Centro Bajo está relacionado directamente con el Cuerpo Orgánico.

El instinto de supervivencia con las necesidades fisiológicas de la sed y el hambre, son las más primitivas de las funciones de todo ser vivo. Luego viene la construcción de la estructura física. Después aparece la conciencia del Yo para afirmarme en la vida y obtener mi lugar sobre la Tierra. Me aparece así la idea de posesión para tener lo necesario para mi seguridad biológica. Después tendré la necesidad de defender mi lugar y comienzo a diferenciar lo mío de lo ajeno, las personas que forman mi entorno afectivo y que pueden compartir mi espacio de los que no y que pueden llegar a ser posibles usurpadores. Este conjunto de sentimientos egocentrados son los característicos del Centro Bajo, llegando a convertirme en egoísta cuando este centro predomine unilateralmente sobre los otros centros.


El mantra de Centro Bajo es Lang

 

CENTRO LUMBO-SACRO (SWADHISTANA)

Distribuidor de la Energía





Dijimos anteriormente que el Centro Bajo es el productor de la energía de nuestro cuerpo, como la caldera de una máquina. El Centro Lumbo-sacro, en cambio, es el encargado de la circulación y distribución de esa energía. También depende de él la salud y el bienestar de toda nuestra persona.

Se relaciona principalmente con el movimiento , la vida instintiva, la sensualidad y la sexualidad.

Al promover la correcta distribución de la energía, este centro del movimiento, nos hace sentir bien, nos da alegría, sensualidad y deseos de vivir y de conectarnos con los demás y con el mundo que nos rodea. Nos hace sentir felices. Es el centro de la felicidad.

En la Gimnasia de Centros de Energía, la zona que corresponde al Centro Lumbo-sacro comprende la región lumbar (incluidas las vértebras lumbares y el disco lumbo-sacro), la parte inferior del abdomen desde el ombligo hacia abajo (con sus músculos), abarcando también los órganos sexuales, las caderas, la pelvis, cara anterior de muslos, parte de piernas y pies y en especial, el arco interno del pie.

Cuando la energía está bloqueada en alguna parte de esta zona, aparecen patologías típicas: dolores lumbares, problemas de discos, como discopatías y hernias, con la consecuencia inevitable: la ciática. También encontramos problemas de los meniscos en las rodillas y los pies planos o en valgo, que es el arco caído hacia adentro.

También podemos encontrar problemas en la sexualidad cuando la energía circula mal en este centro, pero especialmente dificultades en la “sensualidad”, es decir, incapacidad de disfrutar de las cosas de la vida. Caemos entonces en la depresión debido a que sólo contactamos con lo negativo de nuestra vida y lo negativo del mundo que nos rodea.

Corregir una discopatía lumbar no significa para nosotros sólo la desaparición del dolor lumbar o ciática, sino la readquisición de la capacidad de disfrutar de todos los aspectos de la vida diaria y de la vida de relación. En realidad, la sexualidad en el ser humano, cuando está sanamente ejercida, va siempre acompañada de alegría y placer, despertando relaciones afectivas intensas y permitiendo después gozar de lo bueno de nuestro mundo. La salud orgánica depende del buen funcionamiento de la sexualidad y la longevidad depende del mantenimiento de una sexualidad activa hasta avanzada edad. Hay un dicho Hindú sobre esto: “Se es joven mientras se ame”.

Cuando hablamos de sexualidad no sólo nos referimos a la relación genital sino a todo lo que implica hacer con pasión, calor y alegría. Toda relación de amistad supone un grado de sexualidad, que en realidad no es otra cosa que atracción energética entre aquellos con afinidad en el modo de sentir y de percibir la vida. Es lo que a veces llamamos “atracción de piel” o “química”. A la inversa, cada vez que hacemos algo con placer y alegría estamos activando la energía en nuestro cuerpo a través del Centro Lumbo-sacro.

El mantra de este centro es Bang



 

CENTRO MEDIO (MANIPURA)

Alquimia de la Energía (somatización)



El Centro Medio es el resonador energético de los estímulos emocionales de nuestra vida diaria. Es el representante de nuestro “Cuerpo Emocional”, que siente emociones y necesita expresarlas.

Cuando tenemos la conciencia en este centro nos conectamos con nuestra interioridad: estamos en introyección, nos “metemos para adentro”, sentimos más intensamente lo que nos pasa psíquicamente, nos conectamos más con nosotros mismos. Porque el Cuerpo Emocional es el aspecto más consciente de nuestra vida. En el Centro Medio captamos nuestras emociones y nuestros estados de ánimo y sus corazas nos apartan de lo que la vida nos hace sentir.

Como en ese momento sé más sobre mí mismo que en la vida habitual, tengo la oportunidad no sólo de registrar cómo estoy, qué me pasa y qué necesito, sino que también puedo modificar mis estados de ánimo, tengo la oportunidad de cambiar mi entorno para sentirme mejor y podré hacer lo necesario para lograr lo que necesito.

La zona del cuerpo correspondiente al Centro Medio es la parte alta del abdomen, desde las últimas costillas hasta el ombligo. Por dentro, el abdomen tiene por techo al diafragma. Además de la piel y los músculos del abdomen le comprenden todos los órganos ubicados en él: estómago, duodeno, intestino delgado, páncreas, hígado, vesícula y colon transverso. El plexo neurovegetativo es el importante “plexo solar”, la “inteligencia emocional”.

Cuando la energía está atascada en este centro, es decir, cuando “estamos metidos” en el Centro Medio, aparecen estados emocionales característicos como tristeza, angustia y melancolía, con repercusión en los órganos de esa zona: dolores de estómago, gastritis, úlcera gastroduodenal, problemas de hígado, vesícula, páncreas y colon irritable.

Estar encorvado es la plástica típica de este centro, como suelen estar los adolescentes. Actitud que en el adulto lo conecta permanentemente con las angustias y las necesidades de la adolescencia todavía no resueltas en su vida. La columna vertebral se encorva en consecuencia, provocando una “cifosis” dorsal que, manteniendo esta Plástica y estos estados de ánimo -que no podemos cambiar aunque comprendamos lo que nos pasa -,como la energía quedó atascada en las articulaciones rígidas de esta parte de la columna y en sus músculos acortados, a la larga se rigidiza,. De esta manera, corregir con la gimnasia la columna no sólo va a significar readquirir una buena postura sino salir de las tendencias o los estados que el bloqueo energético mantenía, tanto en lo orgánico como en lo psíquico.

Cuando se le pide a una persona que se mueva libremente siguiendo lo que le hace sentir una música, que dance con libertad, no siempre puede hacerlo debido a las inhibiciones. Pero cuando lo logra, se mueve siempre desde el Centro Medio: éste es el centro más expresivo, a donde vamos en cuanto nos conectamos con las emociones. No se necesita técnica. Por el contrario, cualquier técnica o coreografía nos conecta con el intelecto, con el pensar, con lo aprendido y a veces nos aparta del sentir.

En Centros de Energía intentamos que la persona se ponga en contacto con su vida emocional y lo que ocurre generalmente es que aparecen emociones y recuerdos asociados que estaban guardados y reprimidos en forma inconsciente. Vuelven a aparecer emociones que hacía mucho no registrábamos y volvemos a sufrir o a gozar como en aquella ocasión.

¿Para qué sirve reencontrarnos con cosas que habíamos logrado olvidar? Al igual que en cualquier psicoterapia, sacar lo inconsciente reprimido sirve para poder elaborarlo, y dar una respuesta resolutiva y no represora, liberándonos de un peso sobre el presente de nuestra vida.

El mantra de Centro Medio es Rang



 

CENTRO CARDIACO (ANAHATA)

Conexión de la Energía a la red vincular

El afecto




En el físico, este centro corresponde al tórax con la columna dorsal desde la 7ª vértebra hacia arriba y las costillas correspondientes. Allí encontramos órganos vitales como el corazón y los pulmones, que hay que cuidar. Por tener las costillas y el esternón como soportes, esta zona tiene mucha resistencia y gran tendencia a generar corazas duras o rígidas.

Los brazos y las palmas de las manos son la prolongación del tórax. Con ellos nos relacionamos afectivamente: abrazamos o rechazamos, acariciamos o golpeamos, damos la mano o manejamos un arma para defendernos o atacar, generosamente damos y recibimos, o egoístamente imponemos y rechazamos.

Cuando amamos a alguien lo abrazamos y lo llevamos hacia nuestro corazón. Este parece ser el órgano del amor: Jesús muestra su corazón para enseñarnos que debemos amar. Todos los grandes Maestros de la humanidad han buscado que el hombre desarrolle la afectividad positiva en todas sus formas: amando al prójimo, perdonando, protegiendo a los otros seres, teniendo compasión por todos los que sufren, ayudando a los desamparados, estando al servicio de quien nos necesite.

Los poetas, al hablar del corazón y del amor nos están también enseñando a vivir. Amar, proteger, servir, ser generosos no es para ganarnos el cielo cuando muramos, sino para vivir mejor en la Tierra. Destrabar el Centro Cardíaco acorazado debería ser la principal preocupación de todo ser humano que se preocupa por su crecimiento espiritual. Porque la patología del Centro Cardíaco acorazado nos lleva de a poco a la auto y a la mutua destrucción: la enfermedad cardiaca es la principal causa de muerte.

A este centro pertenece la voluntad así como los ideales y los principios, que deberían regir nuestra conducta diaria. “Aspiración” es una palabra común para la respiración y para los ideales. Los Maestros también nos enseñan sobre los principios y los ideales como medios para mejorar la convivencia con los demás y para el crecimiento espiritual. Si bien tenemos potencialmente la capacidad de desarrollar y ablandar el Centro Cardíaco, en la gran mayoría de los hombres este centro está trabado y acorazado por miedo, desconfianza, falta de amor, inseguridad, egoísmo y competitividad, características claramente visibles en el tórax de una persona acorazada.

El mantra del Centro Cardíaco es Tang



 

EL CENTRO LARINGEO (VISHUDHA)

Control de la energía

El Intelecto, la técnica, la represión



El centro laríngeo se visualiza como una flor sobre la laringe, con su tallo dirigido hacia la columna cervical.

Abarca el cuello y la cara, desde las clavículas y los omóplatos por debajo hasta las cejas y el occipital por arriba. Los hombros y los dedos de las manos con sus movimientos independientes,

En él están todos los órganos de los sentidos. Estos son las puertas de entrada de todos los contenidos de nuestro intelecto. Lo que tenemos en nuestra mente entró por la vista el oído el olfato el gusto o el tacto. Allí están también los órganos de la fonación: la laringe para la voz, la lengua y los labios para la palabra. Los dedos que pueden reemplazar a la voz escribiendo y que pueden generar mil maneras de exteriorizar nuestra actividad psíquica y comunicarnos.

El cuello es una unión o una separación de la cabeza y el tronco. Suele simbolizar en nuestra cultura occidental la distinción entre cielo y tierra, pensamiento y espíritu separados de materia, instintos y emociones. Todos los órganos del cuello son de paso: las arterias carótidas, que llevan la sangre a la cabeza; las venas yugulares que traen la sangre desde la cabeza: el esófago que lleva los alimentos desde la boca al estómago; la tráquea que da paso al aire desde la nariz hacia los pulmones; los músculos del cuello que mueven la cabeza o levantan las clavículas y los hombros. El cuello es así ideal para funcionar como llave de paso y control de la energía. “Que no se entere la cabeza de lo que pasa en el resto del cuerpo” o bien “que la materia y los instintos dependan de las decisiones de la cabeza” Fruto de nuestra cultura suele ocurrir que la cabeza decida qué hará la persona con sus instintos y emociones. Así este centro hace de represor. Corta la comunicación entre cabeza pensante y cuerpo sintiente o actúa de tirano controlando lo que pase “allá abajo”..

Las patologías del cuello aparecen cuando controlamos excesivamente lo que nos pasa, cuando estudiamos con tensión o exigencia técnicas, de instrumentos, de ordenador, etc., cuando intentamos no demostrar lo que sentimos, cuando soportamos lo que nos disgusta. Al controlar así demasiado nuestra conducta, aparecen dolores en el cuello, que terminarán en discopatías y artrosis cervicales, con mareos y zumbidos. Luego vendrán las irradiaciones: hormigueos en las manos en la madrugada; dolor en los hombros, que terminarán con periartritis, codo de tenista, ese dolor en la articulación del húmero con el radio cuando jugamos con mala técnica tenis o golf; disfonías que producen nódulos en las cuerdas vocales de docentes y cantantes. Todas estas molestias las reunimos con el nombre de “Síndrome de Atlas”, condenado a llevar el cielo sobre sus hombros. Cuando sentimos que llevamos el mundo sobre los hombros, que soportamos el peso de nuestra vida o la de los demás sobre nosotros, tarde o temprano acabaremos sufriéndolo.

Podría también vincularse la calamidad que se extiende en la edad madura con el nombre de Parkinson y el Alzheimer está liigada directamente con laríngeos rígidos.

El mantra del Centro Laríngeo es Hang



 

CENTRO FRONTAL (AJNA)

Dirección de la Energía

El Yo Superior



Recordemos las dos partes de la mente: el intelecto y la mente superior. El intelecto memoriza, aprende, repite, usa técnicas, analiza. Opera con las leyes de la lógica formal y sus máximas manifestaciones son el razonamiento y el análisis.

La mente superior, en lugar de memorizar intuye, en lugar de aprender crea, en lugar de repetir experimenta, en lugar de usar técnicas las genera, en vez de conocer toma conciencia. Se maneja con leyes todavía no conocidas pero para nada se mueve con el pensamiento mágico, como alguna vez se dijo para explicar la intuición, la religión o el arte. Lo que consideramos mas propio de su actividad es la intuición.

Para el Yoga la mente superior es el aspecto mas importante de la persona, es lo que le permite evolucionar. El cuerpo orgánico y su representante, el C. Bajo, son el aspecto mineral del ser humano en cuanto rigen su estructura y funcionan con las leyes de la materia (de la física, la química y la mecánica). El cuerpo energético y el C. Lumbo-sacro, en cuanto rigen el mantenimiento de la vida, la procreación y la circulación de la energía, son su aspecto vegetal. El cuerpo emocional y el C. Medio, en cuanto rigen el sentir y la vida emocional, son su parte animal. El cuerpo afectivo y el C. Cardíaco son los que nos hacen verdaderamente humanos. El afecto es lo propio del ser humano, igual que el intelecto y su representante el C. Laríngeo. En cambio la mente superior y el C. Frontal son los que llevan a convertirlo al en super-hombre.

Aunque todo ser humano tiene su Mente Superior siempre a su disposición, no todos somos conscientes de esto. No hacemos uso de ella. Como dicen los neuro-fisiólogos, la gran mayoría de las personas sólo usamos el diez por ciento de nuestra capacidad mental. Se afirma que la diferencia entre un genio y una persona común radica en que el genio sabe como usar su mente y lo hace.

Son muy pocas las personas que aprovechan su potencialidad creativa para generar nuevos pensamientos, para crear obras de arte, hacer construcciones matemáticas o filosóficas. Debido a que no hemos sido entrenados adecuadamente, preferimos pasarnos la vida repitiendo pensamientos de otros o diciendo cosas que nos han enseñado. Y hasta creemos que ser inteligente es tener a nuestra disposición una gran cantidad de conocimientos. Muy pocos son los que se resuelven a experimentar por si mismos. Einstein decía que el verdadero conocimiento es la experiencia; todo lo demás es sólo información. Y Buda decía que los eruditos que no llevan a la práctica sus conocimientos son como burros cargados de libros.

El Centro Frontal se comporta como un buen director de orquesta. Hay directores que actúan como un C. Laríngeo acorazado: son autoritarios y quieren que se haga lo que ellos imponen. Hacen trabajar a los instrumentistas de la orquesta como si fueran empleados que cumplen un reglamento. Otros, en cambio, tratan de que los músicos den lo mejor de si mismos, permitiéndoles que sean creativos dentro de la unidad del conjunto. De esta maneta logran que cada ejecutante toque su instrumento con satisfacción y maestría, parta obtener lo que el director intuye como síntesis final. Lo que llega al oyente es una recreación de lo escrito por el compositor, que necesita de la participación talentosa y creativa, como si la orquesta la estuviera componiendo en el momento de tocarla.

El Centro Frontal es un verdadero director porque en la zona de la cabeza que le corresponde se encuentran los comandos de todas las demás partes del cuerpo. En Yoga se representa a este centro como una flor abierta en la frente, sobre el entrecejo, y cuyo tallo arranca desde la “silla turca”, formación ósea en el medio de la cabeza en donde está ubicada la hipófisis.

La región del C. Frontal comprende por abajo la base del cráneo y por arriba la corteza cerebral. Por delante abarca la frente, por detrás, el occipital y por los lados de la cabeza los huesos temporales. La zona del sistema nervioso que está allí contiene todos los centros que rigen a los órganos, regulan al corazón, la respiración, la presión arterial, la temperatura, el equilibrio de las sales y los líquidos del cuerpo.

Allí está la hipófisis, la glándula que dirige a todas las otras glándulas de secreción interna, una en cada centro. Por eso en Yoga se dice que este centro dirige la energía de todo el cuerpo. Desde el punto de vista emocional y afectivo, los fisiólogos han encontrado que en esa zona están los centros receptores y reguladores de la vida sexual, emocional y afectiva.

Desde el punto de vista mental, en este centro se forman los pensamientos, los conceptos y las ideas. Los registra en el cerebro, que es sólo una computadora donde se realizan las combinaciones necesarias, pero el teclado de la computadora la maneja la Mente a través del C. Frontal.

Una de las más importantes funciones de este centro es la “intuición”. No sólo como la capacidad de sintetizar un conjunto de procesos mentales pasando por encima de los procesos asociativos del intelecto, sino que la intuición es un sexto sentido. Mediante la intuición percibimos en una síntesis la comprensión de cualquier situación dada, sin el uso del razonamiento. Es la adquisición instantánea de conocimientos que antes no disponíamos en nuestra mente.

La Mente Superior elabora sus contenidos mediante un acto creativo con elementos que le aporta el Intelecto por un lado, pero también con elementos que le aporta la intuición. Y aquí tenemos que agregar como formas de intuiciones la “inspiración”, contacto directo con la Mente Universal, y la “telepatía”, transmisión directa de contenidos de una mente a otra. El desarrollo de la intuición, de la inspiración creadora y de la telepatía lleva al hombre al verdadero crecimiento interior que lo hace ser un verdadero super-hombre.

El mantra del Centro Frontal es Om



 

CENTRO CORONARIO. SAHASRARA

Antena receptora de la Energía Cósmica





Se lo visualiza como una flor violeta de mil pétalos ubicada encima de la cabeza, Una llama dorada en el centro de la flor se eleva unos centímetros por encima de ella. Este Centro se abre hacia arriba conectándonos con el cielo, mientras que el Centro Bajo mira hacia abajo y nos conecta a la Tierra. Funciona como una antena que capta las energías cósmicas.

Hay una inmensa diversidad de energías que afectan tanto al ser humano como a todas las cosas y seres que habitamos la Tierra. Conocemos muchas de ellas, como las procedentes del sol, energía actínica y los rayos ultravioletas. Todavía ignoramos cual es exactamente la acción de cada uno de los colores del arco iris que son de naturaleza vibratoria.

Todas estas energías tienen enorme importancia para la vida, pero pueden resultar perjudiciales cuando llegan en exceso, como bien lo sabemos ya frente a la existencia del agujero en la capa de ozono, que permite el paso excesivo de los rayos ultravioletas.

La atmósfera es una capa protectora frente a estas fuerzas. De la misma manera, la piel y la superficie energética de nuestro cuerpo nos protegen de la enorme cantidad de energías que nos rodean, algunas provenientes del espacio, otras generadas alrededor nuestro. Por ejemplo, estamos atravesados permanentemente por las ondas de la radio y de la televisión, además de todas las energías de los seres inanimados o con vida que nos rodean.

En cada Centro de Energía predomina un color diferente relacionado con el tipo de energía que gestiona. El Centro Coronario de color violeta captura energías de altísima frecuencia. Su llama dorada en el centro expresa la “chispa divina” en nosotros, cual rayo de luz del Sol Central.

Se dice también que por este Centro conectamos las energías de enorme poder vibracional de los Maestros, como Cristo o Buda.

El Centro Coronario vendría a ser entonces como la antena de nuestra televisión por donde entran ondas de determinada frecuencia. El Centro Frontal sería el aparato decodificador de las señales recibidas y el Centro Laríngeo el monitor, la pantalla donde se forman imágenes y sonidos que configuran nuestra conciencia habitual.

Es decir, que se necesita una mente entrenada y capacitada para poder decodificar las señales captadas por el C.C. y un intelecto preparado para “entenderlo”, para poder conectar con los mensajes del cielo y la inspiración de las musas.

El mantra es SOHAM (Yo soy).



 

 
 
 

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